viernes, 28 de junio de 2013
Viernes, Junio 28, 2013 | Por Martha Beatriz Roque Cabello
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -En
el año 1902, Cuba estrenó su nueva Constitución como República. Y en
1940, se instituyó la que fue considerada una de las mejores Cartas
Magnas del continente americano. Con respecto a ella, en La Historia me
Absolverá, Fidel Castro dijo: “La primera ley revolucionaria devolverá
al pueblo la soberanía y proclamará la Constitución de 1940, como la
verdadera ley suprema del Estado”.
Claro
está, después de tomar el mando, este estatuto democrático no le
servía, ya que, en primer lugar, dejaba bien claro la existencia de los
tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Y aquí, desde el primer
momento -en 1959-, se ejerció uno solo y se le mostraba al pueblo con
barbas.
No
obstante, recientemente, y de manera somera, Raúl Castro habló de
reformar la Constitución de la República, la que fue puesta en vigor en
1976, y modificada en 1992 y 2002. De igual forma, planteó que habrá un
límite en los períodos electorales. Esto, acompañado de toda una serie
de cambios que están concebidos en los Lineamientos del VI Congreso del
Partido Comunista de Cuba, requiere de una modificación de la Carta
Magna.
Pero,
aunque no se tiene definido quién será el heredero de la realeza,
algunos apuestan por Miguel Díaz Canel, al que, debido a sus propiedades
físicas, ya decadentes en Machado Ventura y en el propio Raúl Castro,
se le concedió la mitad menos comprometida del asiento derecho del
trono. Porque la que más vale –constitucionalmente- la sigue teniendo
“Machadito”, Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba.
Sin
embargo, el panorama político, tanto nacional como internacional,
apuntan hacia algún cambio que quizás sorprendería a muchos, aunque para
otros es parte del espectáculo teatral que siempre prepara el régimen.
Podría plantearse en la próxima Constitución la posibilidad de
existencia de otros partidos políticos, para continuar con la línea de
cambios “raulistas” que algunos aplauden.
Esto
sería definitivo para los que –desde el otro lado del mar- esperan una
apertura, e incluso hasta para los europeos. ¿Pero realmente se
concederá esa libertad, sin trampas ni amaños politiqueros? Más bien
habría que pensar que es algo que se viene preparando desde hace tiempo.
Algunos de los factores que entraron en este espectáculo, ya se han
puesto viejos, pero una nueva camada de títeres está en el podio de
premiaciones.
Después
de tantos años de espera, cualquier intento da igual, e incluso a los
que desde lejos tienen aspiraciones a la presidencia de la República,
les resulta conveniente este tipo de juego manipulado, porque conocen
perfectamente a los elegidos y los apoyan y promueven
internacionalmente.
En
la actualidad, el cese del embargo, llamado “bloqueo” en el lenguaje
eufemístico del régimen, se ha convertido en una obsesión para el
gobierno cubano, y hasta el más mínimo paso de restablecimiento en la
normalidad de las relaciones con los Estados Unidos, lo condicionan a
ello. No obstante, se han reanudado las conversaciones para la
normalización del correo entre ambos países. El gobierno del presidente
Obama vuelve a caer en el juego de otros demócratas que han habitado la
Casa Blanca: conversar con sordos.
Si
se logra convencer a dos factores externos importantes -lo cual no se
considera difícil-, la solución del pluripartidismo en una nueva
Constitución sería algo viable. El mismo tipo de marioneta que se
utiliza para levantar la mano en la Asamblea Nacional del Poder Popular,
está lista para asumir el rol opositor. El esquema de la eliminación
del embargo, como justificación principal, está tocando a la puerta.
Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
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